Las calabazas pueden guardar energía en su interior como una caja fuerte cerrada. Esto es similar a la forma en que funcionan los acumuladores en las máquinas. Almacenan energía y la liberan cuando la necesitamos.
Para las máquinas, los acumuladores son algo así como las calabazas. Almacenan energía cuando hay demasiada y la devuelven cuando la necesitamos. Así como las calabazas guardan sus semillas hasta que se convierten en nuevas plantas.
También hay fluido hidráulico dentro del acumulador que ayuda a almacenar y transferir energía. Es el 'jugo' de la calabaza que mantiene todo unido. El acumulador no funciona bien sin el fluido hidráulico.
Los acumuladores requieren la presión correcta para funcionar como queremos que lo hagan. Podrían reventar como globos si hay demasiada presión. Con poca presión, no pueden almacenar la energía. Es como elegir la calabaza adecuada para Halloween, pero al revés: ni demasiado grande (aunque tampoco demasiado pequeña).
Si las máquinas tienen acumuladores, pueden mejorar. Es como tener baterías extra para tu juguete, para que no se quede sin energía demasiado pronto. El acumulador ayuda a que la máquina funcione durante más tiempo, así como una buena noche de sueño te ayuda a sentirte preparado para enfrentar el día.
Los acumuladores vienen en tantas variedades como formas y tamaños de calabazas. Algunos son grandes para adaptarse a máquinas pesadas, mientras que otros son pequeños para caber en espacios reducidos. Cada uno tiene su propio trabajo especial, así como cada calabaza puede sacar algo diferente.
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